jueves, 16 de junio de 2011

Ahora me enfado y no respiro!

    La gente tiene derecho a enfadarse por lo que quiera, eso está claro. Partiendo de esa base, a veces no comparto la energía malgastada en la ira derrochada por motivos más que nimios.

    Por ejemplo, el otro día en youtube, leía perpleja como alguien descargaba toda su tormenta sobre las letras de las canciones de Ricky Martin. De acuerdo que el boricua no se caracteriza por la profundidad de sus temas ( absurdas del todo, sí, sí, sí... ). Pero yo prefiero reírme que malgastar mi adrenalina. Si no, que se lo digan a los "indignaos", que están ellos como para pensar en las letras de Ricky Martin.

    ¿Y la señora que se enzarza en una discusión de más de diez minutos porque alguien se le ha colado en la cola de la frutería? Bueno...se le olvida hasta que los plátanos han subido una barbaridad. Eso no importa. Se desgasta por dentro y por fuera mostrando su indignación a la aprovechada. Porque eso sí que es ser aprovechada y no Camps con sus trajes.





    Y yo con estos pelos!!!! Los niños contemplan atónitos como sus mayores se transforman en Mr.Hyde a la mínima de cambio: décimas de segundo de más en un semáforo ya en verde, un penalty mal pitado, la lluvia, que no queden yogures de tu sabor favorito...es más, que no queden yogures en absoluto. Son auténticos dramas que provocan que la gente pierda los nervios con una desmesura atronadora.

    ¿De verdad merece la pena? Creo que no se canaliza bien el malestar. Porque mientras una señora vuelve a casa sudorosa porque en las rebajas le han quitado el único vestido de su talla que quedaba, los políticos campan a sus anchas por el maravilloso mundo del engaño descarado.

    Panem et circenses. Pasen y vean señores, pasen y vean!!!

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