jueves, 26 de mayo de 2011

Sexo en Nueva York vs. Bob Esponja


    La primera vez que dieron Sexo en Nueva York ni se me pasó por la cabeza verlo, o no me cuadraba, o ni me di cuenta de que empezaba una nueva serie...ya ni me acuerdo.

    Ahora, por un capricho del destino, y porque te lo repiten hasta la saciedad, me he tragado ya demasiados capítulos. ¿Se supone que trata de mostrar la liberación de la mujer frente al sexo? Porque a mí me parece más bien todo lo contrario, a no ser que liberarse sea sinónimo de llevar cada día un modelito y decir frases ridículas y lapidarias al final de cada capítulo.

     Tengo que reconocer que me hace gracia, que a veces incluso suelto alguna carcajada. pero...si se supone que las cuatro protagonistas son el prototipo de algo, ya no me hace ni pizca de gracia.

     Lo más curioso del asunto es que para los americanos fue una especie de revolución en las pantallas. Dios mío!! Sexo explícito!! Si Lincoln levantara la cabeza.... Y a mi que me parece que es un retorno al Paleolítico, eso sí, sustituyendo los taparrabos por zapatos de marca.

    Hasta hace poco pensaba que el personaje más absurdo que había sobre nuestras pantallas era Bob Esponja pero ahora empiezo a dudar. Le han salido cuatro serias competidoras. Pero estas cuatro abanderadas del sexo sin tapujos no viven en una piña debajo del mar, ni mucho menos.

     Pero vamos, que tampoco pretendo lapidar a una serie que te hace olvidar la crisis, viendo tarjetas Visa volar de un lado para otro como si tal cosa. Muy fiel a la realidad, sí señor. Y como visto un capítulo, vistos todos, yo ya he visto más de los necesarios.

    Ahora que lo pienso, Carrie y compañía, comen sushi y beben Cosmopolitan. Y el pobre Bob Esponja venga a preparar Cangre Burger.....

lunes, 23 de mayo de 2011

Y cómo se me ocurre a mí crear un blog??

    Entro en Google, me busco y no me encuentro. Demasiado bonito para ser verdad...
    Y lo mejor de todo es que hay setecientas personas que tienen el mismo nombre de blog que yo. Y no sé cambiar el título.

    De aquí a una semana ya me veo, ya, bajando fotos, añadiendo fondos personales y no los que me ofrecen. Sí, sí, sí...ya me estoy viendo.

    De momento vamos a ver si hoy consigo dos objetivos básicos: cambiar el título de mi blog y que los demás lo puedan ver. Si lo consigo, me daré con un canto en los dientes.

    Mientras tanto, seguiré escribiendo para mí misma, que no está nada mal.

domingo, 22 de mayo de 2011

Cuando un dedo apunta al cielo, sólo el tonto mira el dedo.

Hoy, jornada electoral, decido crear un blog. Y por supuesto, no pienso hablar de política, ni mucho menos.

    La primera vez que vi Amelie quedé fascinada por los colores de la película, por el verde y el rojo en contraste. Quedé fascinada por Nino Quincampoix y las manos de Amelie buceando en las lentejas. Quedé fascinada por la amargura de los personajes, por los gnomos de jardín....

     Al cabo del tiempo caí en la cuenta de que mi fascinación no era exclusiva y me retiré. Se había puesto de moda que te gustase Amelie, los cuadros de Klimt y leer a Rushdie. Vaya hombre!! Y yo que me creía tan especial....

    Pero me compré el DVD de la película, incluso la banda sonora original, unas chapas... Pintaba mal. Me estaba convirtiendo en una friki. Y lo peor estaba por llegar: me aprendí las frases de la película!! Al menos no me dio por cortarme el pelo como Audrey Tautou, hubiese parecido una escarola porque yo tengo el pelo rizado.
    Con unos añitos más, y las hormonas juveniles empezando a peinar canas, Amelie quedó en una estantería al lado de Antonia y de Olvídate de mí. Las chapas? Las perdí. Vaya friki de pacotilla!

    Pero sigo recordando las frases...tanto...que mi blog decide mirar al cielo, siempre al cielo, nunca al dedo de quien apunta, sea quien sea.