domingo, 3 de julio de 2011

El maleficio de la mariposa

Doña Curiana y la Curiana Nigromántica.
 
DOÑA CURIANA. (Asomándose al prado)
¡Mañana clara y serena!
Ya rompe el primer albor. 


CURIANA NIGROMÁNTICA. (Con un cucurucho de estrellas y un manto de musgo seco.) Que Dios te bendiga, ¡oh vecina buena!

DOÑA CURIANA.
¿Dónde vais, señora, de rocío llena?



CURIANA NIGROMÁNTICA
Vengo de soñar que yo era una flor
Hundida en la hierba. 


DOÑA CURIANA.
¿Cómo soñáis eso? 


CURIANA NIGROMÁNTICA.
Sueño que las dulces gotas de rocío
Son labios de amores que me dejan besos
Y llenan de estrellas
Mi traje sombrío. 


DOÑA CURIANA. (Regañona.)
Mas pensad, señora, que por la poesía... 


CURIANA NIGROMÁNTICA. (Tristemente.)
¡Ay, doña Curiana, qué vais a decir! 


DONA CURIANA.
Pudierais coger una pulmonía
Que hiciera pedazos su sabiduría.
Tendríamos todas
Mucho que sentir. 


CURIANA NIGROMÁNTICA.
Mi alma tiene gran tristeza, ¡vecina!
Me dijo ayer tarde una golondrina:
«Todas las estrellas se van a apagar».
Dios está dormido, y en el encinar
Vi una estrella roja toda temblorosa
Que se deshojaba como enorme rosa.
La vi perecer
Y sentí caer
En mi corazón
Un anochecer
. «Amigas cigarras, grité, ¿veis las estrellas?
«Un hada se ha muerto», respondieron ellas
Fui junto a los troncos del vicio encinar
Y vi muerta el hada del campo y del mar. 


DOÑA CURIANA.
¿Quién la mataría? 


CURIANA NIGROMÁNTICA
La mató el amor

DOÑA CURIANA
Mirad cómo quiebra el primer albor. 


    El maleficio de la mariposa,  Federico García Lorca.

    El maleficio de la mariposa es la primera obra dramática de Lorca. Estrenada en 1920, supone un tanteo del autor en busca de una personalidad definida. NI la respuesta del público, ni la fría acogida de la crítica, presagiaban el nacimiento de un gran genio teatral. Y, sin embargo, eso era precisamente lo que estaba ocurriendo.
    La trama, delicada y sentimental, es la historia del curianito que se enamora locamente de una mariposa, cuyo atractivo es maléfico. Su pasión, no podrá ser correspondida jamás.

  

  
Cuando esta obra cayó en mis manos no podía creer que el mismo Lorca que había creado al imponente personaje de Bernarda Alba o Mariana Pineda, hubiese llevado a escena a un grupo de insectos. Sin embargo ya subyacía esa grandeza suya que consigue intensificar la vida cotidiana. Y en esta pieza revela las preocupaciones y aspiraciones profundas del ser humano. Y todo ello, bajo las altas hierbas de un prado.
  El maleficio de Lorca no es exclusivamente su condición homosexual, que tanto lo limita ante los críticos. Esta obra abre otra perspectiva más amplia, la de la condena a la que nos vemos sometidos por perseguir la poesía de la vida. ¿Merece la pena morir por creer en la belleza y entregarnos a ella?.

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