martes, 15 de noviembre de 2011

Confío

   No sé cómo hemos llegado a este punto pero nos hemos cargado la belleza humilde.

    La gente ya no ve los colores infinitos que nos ofrece un día cualquiera, y sin embargo nos hemos inventado cabinas de cromoterapia. No sé si se puede ser más hipócrita.

    A la mayoría jamás se les ocurriría descalzarse un martes o un lunes... y sentir los guijarros que nos regala un río. Eso sí, hemos inventado el negocio de las piedras sobre la piel, que te relajan los músculos hasta el punto de perder la cordura.

    Miro hacia atrás y no sé cuándo ni cómo hemos llegado a esta farsa tan curiosa, por decir algo. Lo que sí sé es que hemos llegado demasiado rápido. Nos hemos dado mucha prisa en dejar de escuchar el sonido inmenso del silencio, y crear todo un imperio en torno a cds que renegocian "sonidos de la naturaleza".

    Lo peor es que si continuamos así, probablemente llegue un punto en que no sabremos ya ni dónde estamos. Quizá porque ni siquiera nos importe. Pero creo que todavía estamos a tiempo, creo que la esencia tiene más poder que el artificio. Confío en que la sencillez no permita jamás su autodestrucción. Y confío en todos nosotros, que aún temblamos cuando amanece.

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    Hoy hace un mes que te fuiste, Iago.  No sé qué decir....Sin ti... la vida se hace eterna.

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