viernes, 7 de octubre de 2011

Surrealismo en estado puro

    Hasta hace poco creí que el Surrealismo era un movimiento cultural de Vanguardia, de finales del siglo XIX. Estaba confundida.
    El Surrealismo es ir hablando con alguien por la calle y que, de repente, desaparezca porque se ha caído en una alcantarilla. la persona que va contigo no sabe si reír a carcajadas o pedir ayuda desconsoladamente.
    Surrealista es ir a entrar en el metro y que se te cuele una pierna entre vagón y andén. Uno siente una especie de cosquilleo entre miedo y vergüenza.
    Surrealista es que tires un dardo intentando dar al centro de la diana y que el dardo se te quede en posición vertical, ahí, enganchado como si nada. Todo el mundo alucina y tú piensas que no has conseguido atinar donde querías.
     Surrealismo puro es que vayas andando tranquilamente por tu casa con un bastoncillo en la mano, lo tires con descuido a la basura y encaje directamente en la pequeña abertura de un tetra-brick de leche.
     Surrealismo es que uno vaya corriendo por la calle y se choque de bruces con una señal de tráfico, hasta tal punto que debas generar historietas que sirvan como justificación al tremendo chichón que te ha salido en la frente.
    Surrealista es que salgas a la calle con un calcetín sí y uno no. No es suficiente con salir con uno de cada color, no. Es mucho más surrealista olvidar que tienes dos pies.
    ¿y por qué entiendo yo tanto de situaciones surrealistas? Pues porque todas, sin excepción, me han sucedido a mí. Y me dejo bastantes....

    Por supuesto que es mucho más interesante el movimiento vanguardista pero...hoy necesitaba reírme de mí misma.

No hay comentarios:

Publicar un comentario